El papel de la fisioterapia en el tratamiento de las enfermedades respiratorias ha sido el tema que ha centrado el último debate organizado por el Instituto de Innovación y Desarrollo de la Responsabilidad Social Sociosanitaria (Inidress). En este sentido, varios expertos han discutido sobre si “extender el uso de la fisioterapia respiratoria podría mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades de esta índole”.
Según ha quedado señalado en la discusión, “la evidencia científica ya señala una amplia mejoría de la función pulmonar, del manejo de secreciones para evitar nuevas infecciones y, a largo plazo, una mayor esperanza de vida”. El problema está en que “faltan profesionales expertos y medios para atender al colectivo de enfermos”, según los expertos reunidos en el debate.
“El objetivo de esta técnica es conseguir una mejora de los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad, consiguiendo la máxima capacidad física, mental, social y laboral de cada paciente”, según explica Inidress, que apunta a que esta práctica se divide en dos: por un lado, terapia física, con ejercicios respiratorios y, por otro, entrenamiento muscular, tanto general como de los músculos respiratorios.
La experiencia clínica está demostrando sus beneficios, de ahí que “todos los neumólogos deberían enviar a los pacientes a estas terapias”, ha afirmado Pedro Landete, del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa en Madrid, que amplía el uso más a allá de “los afectados con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) a aquéllos con fibrosis quística u otras patologías de este ámbito pueden verse beneficiados”.
Ahora bien, “en ningún momento debe sustituir al tratamiento indicado por el médico, sino que es un complemento para mejorar su calidad de vida”, ha añadido Marta López, del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario de La Princesa en Madrid.
Mariano Pastor, presidente de la Asociación Alfa-1 de España, se ha lamentado de que muchos pacientes “nunca han ido a una sesión de fisioterapia y ni siquiera saben que existe”.
Precisamente “él es uno de los mejores ejemplos de que esta terapia funciona”, según Inidress. Pastor sufre Alfa-1 Antitripsina (AAT), una enfermedad rara caracterizada por el déficit de esta vitamina cuya función es proteger al pulmón de la degradación e inflamación causada por infecciones que atacan el tejido pulmonar. “Hace once años que recibo fisioterapia y siempre mejoro”, ha afirmado.
En la actualidad son pocos los hospitales públicos que ofrecen este servicio. “Nos llegan pacientes valorados por Neumología o Cirugía de Tórax. Nosotros no podemos seleccionarlos directamente. Existen muchas cortapisas”, ha apuntado Landete.
Redacción Médica – Miguel Fernández de Vega – Lunes, 14 de noviembre de 2016