La fisioterapia ayuda a mejorar el bienestar del paciente de cáncer de mama.
Un año más, y como cada 19 de octubre, nos sumamos a la celebración del Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Una conmemoración en la que se intenta crear conciencia de la importancia de un diagnóstico precoz para mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama.
Según la OMS, “El cáncer de mama es el más común entre las mujeres en todo el mundo, pues representa el 16% de todos los cánceres femeninos”. Según los datos que maneja, está aumentando especialmente en los países en desarrollo, donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas.
Lo recomendable es tratar con fisioterapia desde el diagnóstico y durante todo el proceso. Esta disciplina mejora de forma considerable la vida de la persona que ha superado un cáncer ya que le ayuda a prevenir, preparar, recuperar, mantener y rehabilitar las secuelas de esta enfermedad que se producen con tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia.
¿Cómo ayuda la fisioterapia?
La fisioterapia es de gran ayuda en caso de cáncer de mama. Antes de la intervención quirúrgica ayuda a recuperar mejor la movilidad y, por supuesto, a prevenir el linfedema.
Del mismo modo, evita en el seno reconstruido futuros problemas como molestias, adherencias de tejidos y limitaciones en el movimiento de los músculos pectorales y también en la propia articulación del hombro y del brazo.
Como todos los años, nos sumamos a esta conmemoración y os invitamos a haceros una autoexploración mamaria y controles periódicos con la intención de detectar y tratar lo antes posible el cáncer de mama.
