La piscina y la playa son lugares donde ocurren accidentes, la mayoría pueden ser causados por imprudencias o descuidos de los propios bañistas.
Te contamos cuáles son las lesiones traumatológicas más habituales que se suelen producir en la estación estival:
Los esguinces y torceduras suelen ser las lesiones más frecuentes. Éstas se suelen producir en zonas de suelo rocoso y en los baños nocturnos ya que no se ven ni piedras ni rocas.
También son muy comunes las lesiones en los dedos de los pies, sobre todo, en aquellas personas que juegan al fútbol, al voleibol o a las palas.
Otra de las lesiones que suelen darse son las medulares y cervicales. Éstas ocurren, a veces, con el típico salto que hacemos jugando con las olas. De hecho, una persona con problemas de espalda puede hacerse daño con un inocente salto: marearse, caerse y sufrir una lesión cervical.
Los accidentes más graves suelen estar relacionados con las zambullidas y saltos en lugares donde el fondo ni se ve ni se conoce.
Ante todo y, sobre todo, disfruta del verano sin poner en peligro tu salud. La prevención es, en estos casos, tu gran aliada.